LastMile
La eficiencia en el servicio de última milla es fundamental para garantizar la satisfacción del cliente, ya que es el punto de contacto más directo y visible entre el transportista y el destinatario. Esto implica optimizar las rutas de entrega, administrar el tiempo y coordinar de manera efectiva los recursos, como los vehículos y los equipos de entrega.
En este paso, las rutas de entrega se planifican de manera eficiente para optimizar el uso del vehículo y minimizar los tiempos de viaje. Los algoritmos de enrutamiento se utilizan para determinar la mejor secuencia de paradas y asignar los vehículos apropiados para cada ruta.
Antes de iniciar la entrega, los pedidos se recogen en el almacén o centro de distribución y se preparan para el transporte. Esto implica clasificar los productos en pedidos individuales y empaquetar los artículos correctamente.
Los vehículos se envían a los lugares de entrega designados. Los conductores siguen las rutas planificadas y entregan a los clientes, ya sea en hogares o negocios. Esto podría implicar interactuar directamente con el cliente, obtener firmas o confirmar la entrega a través de dispositivos móviles.
En algunos casos, durante la última milla, también puede ser necesario gestionar devoluciones de productos. Esto implica recolectar los artículos devueltos por los clientes y devolverlos al flujo de devolución adecuado.